GP Magazine

LA DESCARGA DE LA VIDA

Revista GP / Lisanny Terrero

Son unos pocos mili voltios los que permiten que tu corazón lata ochenta veces por minutos todo el día, de manera ininterrumpida y nuestro corazón lo hace gracias a un mecanismo: marcapaso, vías de conducción redundantes, irrigación por ramas colaterales. Con todo esto se consigue una actividad eléctrica ordenada y regular que se manifiesta en un latido cardiaco: lub-dub, lub-dub…

Pero a veces falla, el impulso entra en cortocircuito, esto debido a cualquier alteración del ritmo que le impide funcionar normalmente. En cualquiera que sea el caso, el resultado es que ya no hay una actividad eléctrica ordenada, capaz de contraer el miocardio.

¿Qué podemos hacer entonces? 

Reiniciar el Sistema, despolarizar, resetear (el corazón), y esperar que el marcapasos natural inicie su danza rítmica. ¿Y cómo lo hacemos?


Un desfibrilador es un dispositivo que esencialmente se compone de una batería que acumula la electricidad, un condensador capaz de liberarla de golpe y dos electrodos para aplicarla a través del corazón. El dispositivo contiene botones de selección los cuales nos permiten indicar cuánta energía queremos que liberen y un botón para hacerlo de manera sincronizada con el ritmo cardiaco.

Al usarlo colocamos sus dos paletas o electrodos uno sobre el esternón y otro en el costado izquierdo, generalmente con un gel o pasta conductora para mejorar la conducción, seleccionamos el nivel de descarga a sabiendas que tenemos que tener conocimiento de los ritmos desfibrilables, los procedimientos al hacer la descarga, así como del equipos en sí.

También existen, los Desfibriladores Automáticos (DEA); esencialmente es el mismo dispositivo, pero adaptado para que cualquier persona pueda usarlo: 

Los electrodos son simples pegatinas que indican dónde han de colocarse, y no hace falta un médico que diagnostique la arritmia y seleccione el tratamiento más apropiado, sino que el aparato lleva un ordenador integrado que lo hace automáticamente, guiándonos con instrucciones orales.

Este dispositivo nos pone cerca de aquel dicho ¨el Hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios¨ solo si usáramos toda nuestra capacidad para el bien y ayudarnos los unos a los otros. 

Podríamos decir que esta tecnología es sin lugar a duda uno de los grandes inventos en la medicina, aquel que con un solo toque puede devolver la vida.
Artículo Anterior Artículo Siguiente