Lic. Yinet Gonzalez, Psicologa Clinica
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El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de que hoy en día se confunde con una patología, esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar bajo determinadas circunstancias en cierto modo de vida desencadenando problemas graves de la salud.
Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una recarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalía que impiden el normal funcionamiento del cuerpo humano, algunos ejemplos son: alteración de la memoria, alteración del estado de ánimo, nerviosismo, falta de concentración y cambios hormonales.
El estrés se entiende como síndrome general de adaptación que incluye tres fases: Alarma, Resistencia o Adaptación del organismo y de Agotamiento pudiendo si la amenaza es suficientemente severa y prolongada producir la muerte. La respuesta a esto se da en tres niveles, fisiológico, cognitivo y motor.
El personal de atención medica prehospitalaria, está expuesto a un alto nivel de estrés en su afán de atender las necesidades del paciente, ya que este se siente completamente responsable de todo lo que pasa durante su asistencia, algunos se involucran tanto que su auto imagen está basada en lo que hacen durante su trabajo.
El síndrome de BURNOUT refiere que el estrés que se da por la naturaleza del trabajo han de mantener un contacto constante y directo con la gente como son el personal de salud o del ámbito social, los cuales se caracterizan por tres dimensiones: cansancio, agotamiento emocional, despersonalización o deshumanización y falta o disminución de realización personal en el trabajo.
En una situación de emergencia el personal de respuesta acepta y comprende como primer paso la magnitud de la misma para poder manejarla de una manera saludable, comprendiendo que aunque no verá él las etapas emocionales durante el tratamiento de la emergencia, el paciente y sus familiares la desencadenaran de manera inminente ya que desconocen el estado y el desenlace de su paciente. La clave para tratar esta situación es aceptar todas las emociones de negación, enojo, negociación como reales y necesarias respondiendo de acuerdo a la situación para mantener siempre el control de su escena.
En resumen, en momentos de crisis en el que para pacientes y familiares su mundo se volvió súbitamente caótico, el personal de atención médica prehospitalaria necesita asumir la posición de ser quien pueda restablecer el orden atreves de recursos y técnicas dentro de las cuales se destacan la respiración relajante, el método de relajación de schuitz (entrenamiento autógeno) y la relajación muscular para limitar las consecuencias del estrés.
Para dotar al personal prehospitalario de recursos de afrontamiento en situaciones estresantes se debe actuar directamente en estos ya que los niveles de reacción contra el estrés se plantean desde la prevención como del comportamiento en su presencia; lo que sería una actuación primaria, no basta con indicar lo que se podría hacer o hacerlo sin evaluar eficacia, es preciso diseñar estrategias, aplicadas y evaluar sus resultados incluyendo medidas de seguimiento.
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