Miami-Dade (FL)._ Un esfuerzo masivo de búsqueda y rescate, en una escala no vista desde el 11 de septiembre de 2001, comenzó de inmediato. Se han confirmaron más de 40 muertes y hay decenas de personas aún desaparecidas en la pila de acero y hormigón destrozados.
Los rescatistas mantuvieron la esperanza de que algunas de las víctimas pudieran ser encontradas con vida, pero con cada hora que paso la probabilidad de supervivencia disminuyeron. Existe una variedad de informes de casos de víctimas que sobreviven en espacios vacíos en estructuras colapsadas durante períodos de más de 12, 17 o incluso 27 días. Esta supervivencia se basa en la accesibilidad de aire limpio y alguna forma de agua para hidratarse dentro del espacio.
Las lesiones por aplastamiento ocurren cuando se comprimen los tejidos del cuerpo. Son comunes entre las personas que han estado inmóviles sobre superficies duras durante períodos prolongados de tiempo, los pacientes atrapados después de accidentes automovilísticos o industriales, así como las víctimas sepultadas en edificios derrumbados.
El síndrome de aplastamiento ocurre cuando lesiones importantes por aplastamiento causan isquemia tisular regional, compromiso de la membrana celular y liberación de toxinas intracelulares. El síndrome de aplastamiento puede ocurrir después de tan solo 30 minutos bajo compresión.
Las sustancias intracelulares más perniciosas que se liberan son la mioglobina y el potasio. Su liberación conduce a rabdomiólisis, insuficiencia renal, hiperpotasemia y paro cardíaco. Los pacientes cuyos tejidos permanecen bajo compresión pueden parecer estables hasta que se libera la presión y luego se descompensarán repentinamente, se deteriorarán y experimentarán un paro cardíaco.
Para prevenir esto, los especialistas médicos USAR están capacitados para iniciar una atención agresiva mientras el paciente aún está atrapado y sus tejidos están bajo compresión.
La atención inicial para un paciente con sospecha de síndrome de aplastamiento debe comenzar tan pronto como sea accesible para los rescatistas e incluirá grandes bolos de solución cristaloide calentada. Es común proporcionar 20 ml / kg por hora o lo suficiente para producir 300 ml / hora de producción de orina si se puede controlar.
Los reanimadores deben trabajar para minimizar la hipotermia y la coagulopatía asociada y trabajar para mantener al paciente aislado además de la administración de líquidos calientes. El electrocardiograma del paciente debe controlarse de forma continua y debe priorizarse el manejo del dolor.
Fuente: Jems