Investigadores del Instituto Salk en California, en colaboración con colaboradores externos, han desarrollado una prueba de COVID-19 que puede identificar y secuenciar rápidamente el virus causante, lo que ayuda a rastrear nuevas variantes. La prueba, llamada "secuenciación de nanoporos de amplificación viral rápida isotérmica para análisis casi en tiempo real" (NIRVANA), también puede probar simultáneamente otros virus, como la influenza, que pueden causar síntomas similares.
A medida que el SARS-CoV-2 continúa mutando, las autoridades sanitarias están cada vez más preocupadas por las nuevas variantes que son más peligrosas, más transmisibles y más difíciles de tratar o vacunar. En la actualidad, se requiere una prueba de PCR para detectar el SARS-CoV-2 y luego se necesita una secuenciación genética adicional para identificar la variante viral, lo que requiere un equipo de laboratorio voluminoso y costoso. Esta nueva tecnología tiene como objetivo combinar estos resultados en una sola prueba, que es pequeña y portátil.
El enfoque se denomina amplificación de la polimerasa recombinasa isotérmica (RPA). Utiliza proteínas para separar y copiar cadenas de ADN en tan solo 20 minutos, lo cual es diferente de la PCR, que requiere ciclos de temperatura para lograr lo mismo. La tecnología también involucra una técnica llamada secuenciación de nanoporos en tiempo real, y permite a los investigadores secuenciar regiones del virus que son propensas a mutación, ayudándoles a rastrear variantes. Además, la prueba puede evaluar muestras en busca de otros virus, como la influenza.
Fuente: Instituto Salk / Medgadget