China.- Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, trabajando con colaboradores externos, han desarrollado microrobots que cambian de forma que están diseñados para ser guiados a un área objetivo en el cuerpo usando imanes y luego liberar una carga de droga en respuesta al entorno local.
La aplicación que han perseguido los investigadores implica guiar a los microrobots a un tumor sólido utilizando imanes fuera del cuerpo, y luego el microambiente naturalmente ácido del tumor estimula un cambio de forma, lo que resulta en la liberación local de un fármaco de quimioterapia.
Los investigadores están ideando una variedad de formas ingeniosas de administrar medicamentos en lugares precisos del cuerpo, y esta última tecnología no es una excepción. Los microrobots consisten en un hidrogel impreso en 3D que responde al pH. Los investigadores ajustaron la densidad de impresión en ubicaciones específicas para que las pequeñas estructuras cambiaran de forma de formas predecibles y útiles en condiciones de pH bajo. Esta capacidad agrega una "dimensión" adicional y ha llevado al equipo chino a describir el proceso como impresión 4D.
Por ejemplo, un diseño consiste en un microrobot con forma de pez que abre la boca en un ambiente ácido y libera una droga contenida en su vientre. Otro es un cangrejo que puede sostener algo en su garra y luego soltarlo cuando sea necesario, y un tercer diseño es una mariposa que puede mover sus alas.
Otro desafío consiste en maniobrar los microrobots hacia el área donde se requieren, como el sitio de un tumor sólido. Para abordar esto, los investigadores recurrieron a los imanes. Magnetizaron los diminutos microrobots sumergiéndolos en una suspensión de nanopartículas de óxido de hierro, lo que les permitió usar imanes para mover los diminutos dispositivos. En teoría, esto puede significar que los microrobots se puedan controlar de forma remota y mínimamente invasiva cuando están en el cuerpo, aplicando imanes o campos magnéticos de forma externa.
Hasta ahora, el equipo probó los microrobots en vasos sanguíneos artificiales en una placa de Petri que también contenía células cancerosas. Manejaron con éxito los microrobots a través de los vasos sanguíneos y hacia las células cancerosas, donde redujeron el pH para imitar el microambiente naturalmente ácido de un tumor. Los robots cambiaron de forma y liberaron su carga útil de drogas, matando las células.
Fuente | Medgadget