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New York, EEUU.- La ciudad de Nueva York enfrenta una grave crisis de violencia en el tráfico, según datos recientes de Transportación Alternatives. Durante los primeros nueve meses de 2024, una persona murió cada 34 horas debido a incidentes viales en la ciudad, y semanalmente, 17 peatones sufrieron lesiones graves que alteraron sus vidas. Hasta el momento, la violencia vial ha cobrado la vida de 193 personas y dejado a 2,338 con heridas graves, lo que representa un incremento del 10% en comparación con 2022.
El último trimestre ha sido el más letal en lo que va del año, con 909 heridos graves y un costo de más de $5,000 millones de dólares en daños y pérdidas para los neoyorquinos. Este incremento resalta un problema persistente en las calles de Nueva York: la falta de medidas efectivas para garantizar la seguridad vial.
Reclamos de Transportación Alternatives
La organización Transportación Alternatives, dedicada a transformar las calles de la ciudad en espacios seguros y sostenibles, ha señalado que la inacción de los líderes municipales está costando vidas. Elizabeth Adams, codirectora ejecutiva interina, subrayó la necesidad de reactivar el "Plan de Calles de Nueva York" y de aprobar legislaciones que incluyan la iluminación de todas las intersecciones para salvar vidas. “El statu quo está matando e hiriendo gravemente a nuestros vecinos”, declaró Adams.
Críticas de conductores dominicanos
Choferes y taxistas dominicanos también han alzado la voz, señalando al Departamento de Transportación (DOT) liderado por Ydanis Rodríguez como responsable de la problemática. Según ellos, medidas como la construcción de muros, la proliferación de carriles exclusivos para bicicletas y autobuses, y la restricción del tránsito vehicular en áreas como la calle 181 en el Alto Manhattan han hecho las calles más estrechas e intransitables.
Mario Báez, Luis A. Soto, Manuel Torres, y otros conductores destacan que estas políticas han contribuido a empeorar la crisis de seguridad vial, dificultando el transporte y aumentando los riesgos para conductores y peatones.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de un enfoque integral que incluya voluntad política, soluciones de infraestructura y compromiso para garantizar la seguridad de todos los habitantes de Nueva York.
