Santo Domingo, RD.- La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) sostuvo este miércoles una sesión ordinaria enfocada en la gestión de riesgos y actualización de los protocolos de respuesta ante tsunamis, así como en el fortalecimiento de infraestructuras resilientes ante eventos catastróficos en República Dominicana.
Revisión de protocolos tras alerta de tsunami
Este encuentro se realizó luego de que el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) activara su protocolo de respuesta ante la emisión de un aviso de tsunami, generado tras un terremoto de magnitud 7.6 a 209 kilómetros de la costa de las Islas Caimán. Este evento evidenció la necesidad de reforzar la capacitación de la población y mejorar los procedimientos de alerta y respuesta en comunidades vulnerables.
El presidente de la CNE y director ejecutivo de la Defensa Civil, Juan Salas, destacó los avances del país en esta materia, sustentados en la Ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos y en la articulación interinstitucional. Asimismo, subrayó la incorporación de nuevos actores estratégicos que fortalecerán la toma de decisiones en escenarios de emergencia como terremotos y tsunamis.
Nuevas iniciativas para fortalecer la resiliencia
Durante la reunión, con la participación de 36 representantes de instituciones miembro, se presentó el Proyecto de Fortalecimiento de Capacidades, Seguridad y Resiliencia de Infraestructura Crítica en República Dominicana, Cuba y Haití, financiado por India y respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este proyecto, expuesto por Ana María Pérez, representante del PNUD, forma parte de las acciones de la Coalición para la Infraestructura Resiliente ante Desastres (CDRI), una entidad internacional que promueve infraestructuras más seguras y resistentes frente a desastres naturales. La iniciativa busca garantizar que hospitales, escuelas y sistemas de transporte puedan soportar fenómenos extremos y seguir operando en situaciones de crisis.
Antecedentes sísmicos y la importancia de la preparación
República Dominicana, situada en una región de alta actividad sísmica, ha enfrentado terremotos significativos a lo largo de su historia. Según el Centro Nacional de Sismología (CNS), el terremoto más devastador registrado ocurrió el 4 de agosto de 1946, con una magnitud de 8.1 en la escala de Richter. Este sismo, que alcanzó intensidades de X y XI en la escala de Mercalli Modificada, generó un tsunami que arrasó el poblado de Matancitas, en la actual provincia María Trinidad Sánchez.
El reciente aviso de tsunami ha reafirmado la necesidad de reforzar los mecanismos de alerta y fortalecer la preparación ciudadana ante desastres naturales. Con iniciativas como la modernización de protocolos y la inversión en infraestructura resiliente, República Dominicana da pasos firmes hacia una gestión del riesgo más efectiva, alineada con estándares internacionales de seguridad y respuesta ante emergencias.