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Acusan a revistas científicas de corrupción


Washington EE. UU.- El secretario de Salud de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha lanzado una seria acusación contra algunas de las revistas científicas más influyentes del mundo, sugiriendo que estarían “corrompidas” por su relación con la industria farmacéutica. En declaraciones emitidas durante un pódcast este martes, el también abogado ambientalista y conocido crítico de las políticas de salud pública, expresó su desconfianza hacia publicaciones como The Lancet, New England Journal of Medicine (NEJM) y JAMA (Journal of the American Medical Association).

Probablemente dejaremos de publicar en The Lancet, New England Journal of Medicine, JAMA y otras revistas porque todas están corrompidas, afirmó Kennedy Jr

Según el secretario, el gobierno de EE.UU. estaría considerando la prohibición para que científicos federales publiquen en estas revistas médicas, alegando que sus editoriales funcionan como extensiones de los intereses de las grandes farmacéuticas.

¿El fin de una era en la publicación científica?

Para Kennedy, el sistema actual está viciado: Si quieres publicar en una revista, tienes que pagar 10.000 dólares. Así que la farmacéutica inventa un estudio con los resultados que quiere, paga la publicación y lo validan

El secretario sostuvo que este modelo compromete la transparencia, la independencia científica y la confianza del público, pilares fundamentales en el campo médico. Como alternativa, sugirió que su administración podría impulsar nuevas publicaciones estatales independientes si las editoras tradicionales no reforman sus procesos de revisión y financiación.

¿Un golpe a la comunidad científica?

Revistas como The Lancet, NEJM y JAMA son consideradas históricamente como guardianes del conocimiento médico. Durante décadas, han sido referencias obligatorias para validar investigaciones, desarrollar políticas sanitarias y actualizar a la comunidad médica internacional.

Sin embargo, la denuncia de Kennedy también incluye la posibilidad de impedir que investigadores de instituciones clave como los Institutos Nacionales de Salud (NIH) colaboren con estas publicaciones, mientras persista lo que calificó como un “sesgo estructural”.

Silencio editorial... por ahora

Hasta la redacción de este artículo, ninguna de las revistas mencionadas ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones del secretario de Salud. En la comunidad médica, las opiniones están divididas: algunos celebran un intento por democratizar el acceso a la ciencia, mientras otros temen que esta postura pueda aislar la investigación estadounidense del rigor internacional.

En tiempos de desinformación y desconfianza institucional, la ciencia necesita más que nunca ser clara, accesible y honesta

¿Qué implicaciones tendría esto para República Dominicana y América Latina?

Aunque el anuncio de Kennedy está centrado en la política científica de EE.UU., sus repercusiones podrían sentirse a nivel global. En países como República Dominicana, donde gran parte del conocimiento médico proviene de investigaciones internacionales, un quiebre entre la ciencia y los grandes entes editoriales podría dificultar el acceso a datos confiables y guías clínicas actualizadas.

También abriría un debate urgente sobre cómo financiar investigaciones éticas, transparentes y libres de intereses corporativos en nuestra región.
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