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Cruz Roja suspende labores tras asesinato de un paramédico voluntario



Navolato, Sinaloa México.- La Delegación Sinaloa de la Cruz Roja Mexicana ha decidido suspender de forma indefinida sus operaciones en la localidad de Altata, municipio de Navolato, tras el asesinato de un joven paramédico voluntario.

VÍCTIMA Y OPERATIVO

El socorrista fue identificado como Obed Yair Reyes López, de 25 años. Según autoridades, fue privado de la libertad el pasado viernes por la tarde en Altata y posteriormente encontrado en la comunidad de Costa Rica, Navolato, con impactos de bala. Tras ser trasladado al IMSS local aún con vida, lamentablemente falleció horas más tarde.

MEDIDA DE SUSPENSIÓN

La Cruz Roja instaló una lona en la entrada de su base en Altata con el mensaje: “Sin socorristas, no hay Cruz Roja”, comunicando la paralización total de sus servicios hasta garantizar la seguridad de su personal.

Obed Yair Reyes López

ANTECEDENTES Y PROTOCOLOS

Este suceso no es aislado. A principios de año, en Culiacán se suspendieron traslados de heridos de bala hasta que se implementaron protocolos de seguridad, incluyendo escoltas policiales para el personal de la institución.

RESPUESTA GUBERNAMENTAL

El secretario de Gobierno de Sinaloa, Feliciano Castro, confirmó que se establecerá acompañamiento permanente de la Secretaría de Seguridad Pública a los equipos de la Cruz Roja, con el fin de preservar la integridad de voluntarios y socorristas.

EN INVESTIGACIÓN

La Fiscalía General del Estado (FGE) ha abierto la carpeta de investigación 115/2025 para esclarecer el caso y localizar a los responsables TV Azteca. El delegado estatal de la Cruz Roja, Carlos Bloch Artola, expresó condolencias a la familia de Obed y condenó el crimen.

Conclusión

Una víctima joven y comprometida: Obed Yair Reyes dedicaba su vida como voluntario, enfrentando cada día riesgos crecientes en zonas de alta violencia.

Impacto operativo: La suspensión en Altata interrumpe la disponibilidad inmediata de atención y rescate, agravando la vulnerabilidad de la población local.

Necesidad de protección: Se exige reforzar los protocolos de seguridad y seguridad pública para proteger al personal humanitario que responde a emergencias.

Prevención vs reacción: El caso de Culiacán muestra que los protocolos solo se activan tras eventos graves; falta una estrategia proactiva.

Este trágico incidente expone una realidad alarmante: el trabajo de asistencia médica en zonas convulsas como Sinaloa está severamente amenazado por la violencia, y se requiere una coordinación urgente entre Cruz Roja y autoridades estatales para restablecer su operatividad con garantías de seguridad.
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