GP Magazine

Control de Hemorragia: antecedentes teóricos y empíricos en la efectividad de las técnicas


Redaccion.- El control de hemorragias en atención prehospitalaria constituye una de las intervenciones más críticas para reducir la mortalidad por trauma, especialmente durante los primeros minutos posteriores a una lesión grave. La hemorragia incontrolada es una de las causas más prevenibles de muerte traumática, por lo que su manejo temprano es un principio fundamental de la cadena de supervivencia en emergencias médicas.

I. Fundamento teórico del control de hemorragias

Desde una perspectiva fisiológica, el sangrado excesivo conduce rápidamente a un shock hipovolémico, con descenso de perfusión tisular y deterioro de órganos vitales. El objetivo en el entorno prehospitalario es interrumpir o disminuir el sangrado externo antes de trasladar al paciente a una atención hospitalaria definitiva.

Históricamente, las técnicas se estructuran en una jerarquía de intervención:

  • Presión directa continua sobre la herida.
  • Vendajes compresivos y presión manual como primer recurso inmediato.
  • Torniquetes para hemorragias en extremidades que no responden a los métodos anteriores.
  • Agentes hemostáticos y dispositivos avanzados cuando la presión directa no logra la hemostasia. 

Las guías contemporáneas de trauma y Soporte Vital Avanzado en Trauma (PHTLS / ATLS) han adoptado estas técnicas como estándar de práctica ante sangrados graves en atención prehospitalaria. 

II. Evidencia empírica sobre la eficacia de técnicas específicas

1. Torniquetes

Los torniquetes han sido objeto de numerosos estudios, tanto en ámbitos militares como civiles. Las evidencias muestran que:

  • Control eficaz de hemorragias graves en extremidades cuando la presión directa no es suficiente.
  • En entornos prehospitalarios civiles y militares, la aplicación temprana de torniquete está asociada con reducción de mortalidad por sangrado masivo.
  • Revisiones sistemáticas sugieren que el uso de torniquetes es altamente efectivo en el control de hemorragias por heridas penetrantes, con pocas complicaciones asociadas y con potencial de salvar vidas externas al hospital. 

Ejemplo clínico: en un reporte de emergencia, torniquetes fueron aplicados correctamente en más del 90 % de los casos simulados por socorristas bien entrenados, demostrando tiempos de colocación rápidos y disminución estimada de pérdida sanguínea.

Limitaciones y retos: Algunos estudios señalan que la reducción estadística de mortalidad no siempre es significativa en todos los contextos y que el uso inapropiado puede llevar a complicaciones si no hay entrenamiento adecuado.

2. Agentes hemostáticos y vendajes especializados

Los agentes hemostáticos avanzados, como QuikClot Combat Gauze o vendajes con materiales específicos, han demostrado:

  • Alta efectividad al usarse después de que la presión tradicional no logra hemostasia.
  • En estudios militares, vendajes tipo HemCon lograron detener o mejorar la hemorragia en más del 97 % de los casos cuando se aplicaron correctamente.
  • La evidencia sugiere que estos agentes son útiles particularmente en áreas donde los torniquetes no pueden aplicarse, como el cuello, la ingle o la cara.

3. Programas de entrenamiento y educación comunitaria

La eficacia no solo depende de los dispositivos, sino también de la capacitación del personal y de la comunidad.

  • El programa Stop the Bleed ha sido adoptado en múltiples países para entrenar tanto a profesionales como a la población general en técnicas básicas de control de hemorragias, incluyendo el uso de torniquetes y vendajes hemostáticos.
  • En países con recursos limitados, entrenamientos estructurados han demostrado un incremento significativo en la disposición y habilidad de aplicar medidas de control básico del sangrado entre participantes después de la capacitación.

Ejemplo: En un estudio en Colombia, participación tras entrenamiento en control de sangrado se tradujo en una mayor probabilidad de aplicar medidas adecuadas en situaciones reales que ponen en riesgo vidas.

III. Comparación entre técnicas y evidencia práctica

Aunque la literatura clínica indica que no hay única técnica perfecta, sí existe consenso entre guías y evidencia que:

  • Los torniquetes y vendajes hemostáticos son claramente eficaces cuando se aplican según protocolos estandarizados. 
  • La presión directa continua sigue siendo indispensable como técnica inicial en la mayoría de las hemorragias.
  • La introducción de programas de capacitación comunitaria mejora los resultados poblacionales, tanto en tiempos de respuesta como en supervivencia potencial.

No obstante, la evidencia también resalta la necesidad de continuar investigando con ensayos controlados y datos longitudinales que cuantifiquen con mayor precisión los efectos a largo plazo de estas técnicas en distintos entornos poblacionales.

IV. Conclusión

Los antecedentes teóricos y empíricos disponibles coinciden en que el control de hemorragias en la atención prehospitalaria es una intervención eficaz y fundamental para reducir mortalidad por trauma si se aplica correctamente.
La combinación de técnicas tradicionales como presión directa, con el uso de torniquetes y agentes hemostáticos, y la formación continuada del personal y de la comunidad, constituye una estrategia multifacética capaz de salvar vidas cuando se implementa de forma estandarizada y basada en evidencia científica.

Lectura recomendada
  • Revisiones integrativas y estudios demostraron que los torniquetes reducen la mortalidad por sangrado masivo en diversos contextos prehospitalarios, aunque con requerimientos de entrenamiento adecuados. rsdjournal.org
  • Meta-análisis reciente comparó efectividad de torniquetes y halló diferencias en resultados de amputación y mortalidad que requieren más investigaciones de alta calidad. PubMed
  • Evidencia clínico-experimental refleja eficacia en control de hemorragias con dispositivos hemostáticos cuando la presión directa falla. nata.kglmeridian.com
  • Guías contemporáneas recomiendan una combinación de estrategias de control de hemorragias con fuerte consenso clínico. PubMed
  • Programas de entrenamiento como Stop the Bleed han demostrado factibilidad y eficacia en entornos con diferente nivel de recursos. revistacirugia.org
Artículo Anterior Artículo Siguiente