Kiara Garcia - GP Magazine Ene-Feb 2019
La historia del cinturón de seguridad no es paralela a la del automóvil. Los primeros indicios de su existencia se remontan al año 1885, y no fueron ideados para el automóvil de Daimler, sino para evitar que en los baches los pasajeros de un coche de caballos se cayeran de su asiento. El mismo principio fue aplicado a algunos de los primeros automóviles, y continuó su expansión en el mundo de la aviación. Fue en 1911 cuando Benjamin Foulois equipase un cinturón de seguridad rudimentario a un avión diseñado por los hermanos Wright. El cinturón de seguridad fue desarrollado como elemento de seguridad pasiva.
Ante el aumento del número de coches en circulación y el creciente número de accidentes mortales, los médicos comenzaron a implorar a los fabricantes de coches que equipasen sistemas de retención y seguridad en sus vehículos. En los años 40 y 50, donde se vendía un vehículo en base a sus prestaciones, comodidad o estilo, no eran medidas populares. “Si tiene muchos sistemas de protección es porque no es un coche seguro“, Decían.
En sus albores, el cinturón de seguridad era visto como algo incómodo o como complemento a un coche inseguro. Muchos médicos, horrorizados por las lesiones crano-encefálicas de sus pacientes tras los accidentes de tráfico, instalaban cinturones de seguridad artesanales en sus propios vehículos. Tal era su preocupación que en el año 1955, propusieron formalmente en el Journal of the American Medical Association, una serie de medidas enfocadas a mejorar la seguridad de un vehículo, con un habitáculo más protegido y cinturones de seguridad de serie como principales medidas a tomar por los grandes fabricantes del sector.
Ford decidió incluirlo como una opción de seguridad en sus vehículos en 1956. En esa misma época, Volvo tomó la determinación de montar en serie una evolución del cinturón de seguridad, de forma que cada unidad de su modelo Amazon incluyó en 1959 el cinturón de tres puntos desarrollado por Nils Bohlin. Los suecos decidieron liberar la patente para que el resto de marcas pudieran aumentar la seguridad de los viajeros implementando sus automóviles con su cinturón.
Nils Bohlin, ingeniero sueco que inventó para Volvo el cinturón de seguridad de tres puntos en 1959. Su invento se ha vuelto un elemento muy importante en la seguridad de los ocupantes, desde entonces, se estima que este ingenio ha salvado ya más de un millón de vidas y que cada año evita unas 100.000 muertes.