La ética médica dice resumidamente, que siempre hay que buscar el bien del paciente, sin hacerle daño, dejándole decidir por sí mismo después de una correcta explicación de sus opciones y actuando siempre de forma justa. Es decir, saber sus miedos, intentar comprender su situación actual y algo muy importante que los médicos olvidan frecuentemente, ponerse en el lugar del paciente a nivel cultural e intelectual.
Además, un médico debería saber adaptar sus explicaciones al nivel del paciente. Hay términos que se usan en la jerga médica que son palabras que no consideraríamos de uso cotidiano. Cada profesión tiene sus tecnicismos.
Por eso debemos recordar que los pacientes también sufrirán al estar en presencia de un medico que les habla en su lenguaje, a lo que muchas veces ni se enterarán de lo que les dice el médico y por esto se la pasan visitando los hospitales porque nunca saben con exactitud lo que tienen que hacer.
Podemos ver con frecuencia cuando los paciente asienten a las explicaciones de algunos médicos con cara de “qué me estará diciendo” que es obvio, y se debe a su forma de hablar, porque no usan ninguna palabra común (común para los paciente), simplemente le dan una explicación rápida en su jerga medica.
Cuando hablamos de lenguaje común, podríamos confundirnos y preguntarnos, que es común? Para responder a estos podríamos tomar como referencia la forma en la que el paciente aborda al médico al buscar respuestas sobre su situación. Esta podría ser un método para agilizar y mantener el código ético medico.
En conclusión, ningún médico está lejos de no equivocarse. Se cometen errores, como cualquier persona, y no es posible saberlo todo sobre cualquier cosa en cualquier momento, a esto podemos agregar que no todos están en el mismo renglón, hay excelentes médicos que se preocupan por transmitir seguridad y claridad al momento de notificar a los pacientes sobre su condición o la de un pariente.