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Dr. Gonzalez Sapeg, Emergenciologo
Como todo sabemos la ética debe primar en todo profesional no importa la profesión. Definimos la ética como parte de la filosofía, que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Orienta las actuaciones del individuo para el logro de fines elevados, inspirada en la moralidad. La moralidad es toda acción voluntaria del individuo en el terreno de la honestidad, encaminada a lograr una función humana que responda a las practicas del bien.
La ética tiene como característica su obligatoriedad, la cual debe dar cumplimiento a las normas rectoras del bien. También otra característica es el riesgo de su aplicación; por tanto, es obligatoria y rigurosa.
La ética es la ciencia que estudia los actos humanos; no podríamos apartarnos de sus normas sin caer en defecto, es constante disciplina para la vida, nos obliga a ser morales. Dice Confucio; ¨No hay lugar en lo más alto de los cielos, ni en lo más profundo del océano, donde no impere la ley moral¨.
Dicho esto, para el ejercicio del profesional en el campo de sus habituales actuaciones, son de impostergable actuación las normas éticas, tanto en la particularidad del ejercicio de la profesión escogida, y en sus relaciones generales en la sociedad, como en su vida privada. El objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional es principalmente la aplicación de las normas morales, fundados en la honradez, la cortesía y el honor.
Un profesional que sigue las beneficiosas influencias de la ética o deontología, como también se le llama, apoderado del sentido y del derecho de lo que le corresponde a hacer en lo moral, está llamado a triunfar en la vida, pues tiene el gozo de ser admirado, el orgullo de ser respetado y la satisfacción de la conquista del éxito.
