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CHICAGO, EEUU.- Una demanda que alega que el Departamento de Bomberos de Chicago utilizó pruebas físicas innecesarias para continuar un esfuerzo “obstinado y decidido” para impedir que las mujeres se conviertan en paramédicas pronto podría terminar en un acuerdo de $11,25 millones.
El Departamento Jurídico de la ciudad recomendó el acuerdo de ocho cifras, que se enfrentará a dos votaciones finales de los concejales la próxima semana. Las pruebas no se correspondían con el trabajo real de paramédico y fallaron en el 21% de las mujeres que las tomaron, pero solo en el 0,5% de los candidatos masculinos para paramédicos, según la demanda de 2016 presentada por 12 mujeres a las que se les impidió el trabajo.
Estas pruebas no tienen ninguna justificación legalmente defendible y eliminan a un número significativo de mujeres, pero prácticamente a ningún hombre, afirma la demanda. Su efecto discriminatorio no ha sido accidental
Las dos pruebas se diseñaron después de que la ciudad descartara otra prueba física de este tipo que, según se determinó en un tribunal, no estaba relacionada con el trabajo. En 2013, la ciudad pagó 2 millones de dólares en daños y perjuicios a mujeres a las que se les negó un empleo en el CFD debido a una prueba física para aspirantes a bomberos.
En uno de los nuevos exámenes, vigente entre 2014 y 2015, los candidatos debían subir y bajar un maniquí de 250 libras por seis tramos de escaleras sin dejar que la “silla de escaleras” tocara el suelo, según la demanda más reciente.
En la otra “prueba de pasos”, los candidatos tenían que subir y bajar una caja de 18 pulgadas durante dos minutos al ritmo de un metrónomo de 112 pulsaciones por minuto mientras sostenían dos pesas de 25 libras, según la demanda.
Los exámenes no tenían nada que ver con el trabajo de un paramédico, argumentaba la demanda, pero tenían una intención: expulsar a las mujeres de la Academia de Capacitación
La demanda también denuncia amplias fallas en la provisión de comodidades básicas a las mujeres en las filas del Departamento de Bomberos. Los parques de bomberos de toda la ciudad carecían de dormitorios, duchas y baños “separados o adecuados” para mujeres, argumentó.
A las empleadas que amamantan tampoco se les brindaron las adaptaciones necesarias, según la demanda. A una paramédica que regresó al trabajo después de dar a luz se le negó el acceso a su bulto en el pecho, “lo que le provocó un dolor físico insoportable y la humillación de tener que dejar salir leche materna a través de su uniforme”, según la demanda.