Santiago, R.D. – Después de casi dos décadas de promesas incumplidas, el proyecto para construir un nuevo cuartel del cuerpo de bomberos en la zona de El Dorado, en Santiago de los Caballeros, finalmente avanza con pasos firmes. Autoridades municipales, empresarios y líderes comunitarios han manifestado su respaldo al proceso de licitación, que marca el reinicio de una obra considerada fundamental para la seguridad de la ciudad.
El periodista y municipalista Luis Córdoba explicó que el proyecto permaneció paralizado por más de 17 años, debido a una cadena de trabas administrativas, conflictos legales por terrenos y falta de asignación presupuestaria durante varias administraciones.
No fueron 12, sino 17 años en los que esta obra quedó congelada por conflictos de terreno, falta de presupuesto y ausencia de voluntad política, afirmó Córdoba, quien ha dado seguimiento al caso desde sus inicios
Compromiso multisectorial
Entre los actores clave que han expresado su apoyo destacan Juan Mera, presidente de la Asociación para el Desarrollo (Apedi), y José Octavio Reynoso, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, quienes valoraron la iniciativa como un motor de seguridad y reactivación económica para el sector.
Ambos líderes coincidieron en que la construcción de este cuartel no solo representa una mejora en la capacidad de respuesta ante incendios y emergencias, sino que también envía un mensaje de confianza y avance institucional.
Hoy no solo hablamos de una estación de bomberos. Hablamos de cumplir una deuda con la ciudad, de construir confianza, y de avanzar juntos, enfatizó Córdoba
Cronograma y seguimiento
Según los detalles ofrecidos, por primera vez el proyecto cuenta con materiales asignados, cronograma definido y voluntad política tangible, elementos que lo diferencian de los intentos anteriores. Se espera que las obras comiencen en el mes de agosto de 2025, con el acompañamiento y vigilancia activa de la comunidad.
El nuevo cuartel servirá como base estratégica para atender emergencias en sectores vulnerables del norte de Santiago, entre ellos El Dorado, Gurabito, Los Ciruelitos y parte de Villa Olga.
Apoyo comunitario y social
La iniciativa también ha sido abrazada por organizaciones sociales, incluyendo la Asociación de Juntas de Vecinos, iglesias y entidades barriales, que han ofrecido apoyo logístico y su red de comunicación comunitaria para promover la obra.
Este respaldo ciudadano refuerza la idea de que el proyecto trasciende lo arquitectónico: se trata de reparar una deuda histórica con la seguridad pública y reconocer el rol crucial del cuerpo de bomberos, tantas veces invisibilizado en la agenda de prioridades.