
Por: Guía Prehospitalaria Media
Las nuevas Guías de la Asociación Americana del Corazón (AHA) 2025 para la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y la Atención Cardiovascular de Emergencia (ACE) han sido publicadas oficialmente, marcando un nuevo capítulo en los protocolos globales de atención a emergencias cardíacas. Aunque muchos esperaban grandes transformaciones, las guías confirman que los fundamentos de la reanimación siguen siendo válidos, con ajustes centrados en la práctica clínica, la educación y la organización de los sistemas de atención.
Soporte Vital Básico (SVB)
Uno de los puntos más comentados es la ausencia de recomendación para el uso rutinario de dispositivos de RCP mecánica. La AHA reafirma que estos equipos no han demostrado beneficios significativos sobre la RCP manual, salvo en situaciones específicas donde las compresiones sean difíciles o inseguras para el reanimador. Este punto mantiene la línea de las guías 2020, pero sigue siendo motivo de debate en el ámbito prehospitalario.
También se destaca un cambio relevante en la secuencia de manejo de la asfixia por cuerpo extraño, donde se recomienda administrar primero golpes en la espalda en adultos y niños, antes de las compresiones abdominales. En lactantes, las compresiones torácicas reemplazan las abdominales, pero los golpes en la espalda continúan siendo el primer paso.
Además, la AHA incorpora una nueva sección sobre RCP bariátrica, estableciendo que las maniobras estándar deben aplicarse igual en personas con obesidad, ya que no existe evidencia que respalde la necesidad de técnicas modificadas.
Ética y decisiones clínicas
Por primera vez, las consideraciones éticas se presentan en una sección independiente, abarcando temas como:
- Las órdenes portátiles de tratamiento de soporte vital (POLST).
- La retención y finalización de la reanimación.
- La presencia de la familia durante la RCP.
- Y las iniciativas para reducir desigualdades en la atención.
Este apartado busca orientar a los servicios de emergencias médicas hacia decisiones éticas coherentes, especialmente en contextos extrahospitalarios puede ser ambigua.
Sistemas de atención y respuesta comunitaria
Las guías refuerzan la importancia de sistemas integrados de atención, donde servicios de emergencia, bomberos, policía, centros de despacho y hospitales trabajen bajo protocolos coordinados.
Asimismo, se hace hincapié en aumentar la capacitación comunitaria en RCP, dado que solo el 41,7 % de los pacientes con paro cardíaco extrahospitalario reciben maniobras por parte de testigos, y apenas el 12,6 % son asistidos con un DEA antes de la llegada del personal médico.
La AHA insta a reforzar la formación de primeros respondedores legos y la instalación de desfibriladores públicos en lugares estratégicos
“Quédate” vs. “Carga y Llevar”
La recomendación de tratar el paro cardíaco en el lugar donde ocurre se mantiene. El traslado con RCP en curso debe ser excepcional, pues se ha demostrado que la calidad de las compresiones durante el transporte disminuye y se incrementan los riesgos tanto para el paciente como para el equipo.
Los equipos de soporte vital básico (SVB) y avanzado (SVA) deben aplicar protocolos claros de interrupción de la reanimación y notificación del fallecimiento cuando corresponda.
Soporte Vital Avanzado (SVA) y farmacología
Las nuevas directrices mantienen el uso de epinefrina como recomendación de clase 1 (fuerte), sin cambios en dosis ni intervalos.
El uso de amiodarona o lidocaína para arritmias refractarias sigue clasificado como 2b (débil).
Asimismo, la administración rutinaria de bicarbonato, calcio o magnesio continúa desaconsejada por falta de beneficio comprobado (COR 3).
En cuanto al acceso vascular, el intravenoso sigue siendo la primera opción, y el intraóseo se mantiene como alternativa inmediata cuando el acceso IV no sea factible.
Técnicas avanzadas y nuevas tendencias
Las guías 2025 desaconsejan el uso de la RCP con la cabeza elevada, así como las técnicas de desfibrilación doble secuencial y de cambio de vector, debido a evidencia insuficiente.
No obstante, se reconoce el crecimiento del uso de ECMO (oxigenación extracorpórea) como una herramienta prometedora en grandes centros urbanos, con recomendación 2a (moderada).
En la cardioversión, se ajusta la energía inicial a 200 julios para adultos con fibrilación o aleteo auricular, incrementando de forma gradual si no hay respuesta.
Pediatría y situaciones especiales
En el ámbito pediátrico, se añade la recomendación de no utilizar el valor de ETCO₂ como único criterio para detener la reanimación, ya que se han documentado casos de recuperación exitosa incluso con niveles bajos.
Para casos de sobredosis de opioides, las guías subrayan la importancia de administrar naloxona si se sospecha intoxicación, pero aclaran que esto no debe retrasar la RCP ni la ventilación estándar.
Educación, entrenamiento y tecnología
Las Guías AHA 2025 reconocen la evolución de la educación médica y recomiendan el uso de dispositivos de retroalimentación en los entrenamientos de RCP. También avalan la realidad virtual como complemento de la enseñanza, pero aclaran que no sustituye la práctica presencial.
Las instituciones y centros de formación deberán actualizar sus programas dentro del periodo de transición de 90 días, tal como establece la AHA, para garantizar la correcta implementación global de los cambios.
Conclusión
Las Guías AHA 2025 consolidan una visión moderna, centrada en la coordinación de sistemas, la capacitación comunitaria y la ética en la atención prehospitalaria.
Más que una revolución técnica, representan una reafirmación del principio fundamental: la calidad de las compresiones, la rapidez de la respuesta y la coordinación entre niveles de atención son los pilares de la supervivencia.
